Inauguramos con la presencia de numerosas autoridades la exposición Lo que fuimos y lo que seremos, del artista italiano Gianluca Lattuada. La muestra, que pone en el centro la sostenibilidad, recoge el resultado de su residencia artística de tres meses dentro de esta histórica institución con más de tres siglos de actividad ininterrumpida. Podrá visitarse del 10 al 30 de septiembre en la Real Fábrica de Tapices.
Las obras contemporáneas de Lattuada entran en diálogo directo con los tapices, alfombras y cartones de la colección permanente de la Real Fábrica de Tapices, en un encuentro entre pasado y presente que interroga la relación entre materia, memoria y transformación. El proyecto parte de piezas de alfombras de notable valor artístico, transformadas por el artista en nuevos palimpsestos textiles y compositivos, demostrando cómo el residuo puede convertirse en archivo vivo, generador de nuevos significados.
Compromiso con la sostenibilidad
En palabras del propio artista: “El residuo no debe entenderse como un desecho, sino como un archivo vivo: fragmentos de memoria que, al transformarse en forma y color, revelan que el pasado no se extingue, sino que sigue habitando el presente, abriéndose a nuevas posibilidades de sentido y de belleza.”
En este sentido, el director de la Real Fábrica de Tapices, Alejandro Klecker de Elizalde, ha afirmado que la institución a la que representa “mantiene un firme compromiso con la sostenibilidad y la economía circular, integrando estos valores en sus procesos de trabajo y en la gestión de su patrimonio textil. Nuestro objetivo es preservar la tradición artesanal, al mismo tiempo que incorporamos prácticas responsables que aseguren su continuidad en el futuro. La colaboración con Gianluca Lattuada refuerza esta línea de actuación, al mostrar cómo los materiales en desuso pueden transformarse en nuevas expresiones artísticas que enriquecen nuestro legado.”
La colaboración de la Real Fábrica de Tapices con artistas de todos los tiempos
La Real Fábrica de Tapices ha contado durante su historia con grandes dibujantes y cartonistas, entre ellos, el pintor aragonés Francisco de Goya, que realizó, entre 1775 y 1792, sus célebres cartones para tapices, considerados hoy una etapa fundamental de su trayectoria. También han trabajado para la Real Fábrica de Tapices artistas nacidos en la península italiana, al servicio de la Corona de España, como: Francesco Sabatini, Andrea Procaccini o Corrado Giaquinto.
En este contexto donde se inserta el proyecto de Gianluca Lattuada. El trabajo del artista italiano parte de piezas de alfombras antiguas, recuperadas de los depósitos y talleres de la Real Fábrica. No son simples fragmentos, sino testigos de un tiempo y de un uso, cargados de estratificaciones históricas y culturales. A través de la técnica del bordado y de la incorporación de nuevas estructuras, Lattuada les devuelve una vida renovada. La obra se convierte en palimpsesto, lugar donde la materia conserva su memoria y al mismo tiempo se abre a nuevas configuraciones.
El significado de la obra
La fuerza conceptual del proyecto no reside únicamente en la operación de recuperación, sino en la capacidad de transformar la materia en pensamiento. La abstracción, para Lattuada, no es una fuga de la historia: es un modo de revelar su sustancia más profunda. Cada fibra de lana custodia huellas de tiempo, de gestos, de vidas: el tejido antiguo se convierte así en archivo sensible. El artista no impone formas, sino que trabaja en escucha de la materia, dejando que sean sus ritmos internos los que sugieran nuevas estructuras.
En esta perspectiva, la obra se hace memoria activa: no representa el pasado, lo reactiva; no celebra una herencia, la interroga. El acto creativo se convierte entonces en un ejercicio de responsabilidad hacia lo que permanece, transformando el objeto en espacio de resonancia entre épocas diversas.
